Como destino de ensueño muchas manos apuntan a Bali, pero la realidad que vive tras bambalinas es de pesadilla. En muchas agencias se anuncian viajes de luna de miel o incluso bodas en Bali añadiendo extras como “los novios pueden llegar sobre un elefante hasta el lugar de su boda” o recomendaciones cómo “atrévete a probar los bichos fritos”, “sorpréndete con el café de civeta”, “visita un orfanato de elefantes”, “báñate con tiburones y tortugas marinas”, etc.
Pero la verdad es que Bali no tiene atracciones turísticas con animales salvajes libres de crueldad. El informe Wildlife Abusement Park realizado por la World Animal Protection en los últimos meses de 2017 y hecho público en 2018, resume la investigación de 26 centros turísticos con un total de 1.500 animales salvajes en Bali, Lombok y Gili Trawangan.
Según el informe, el 100% de los parques con elefantes, tigres, delfines o civetas en cautiverio no satisfacen las necesidades básicas de las especies que albergan.
Para el mismo informe, también se investigaron cuatro centros de tortugas. Uno es un lugar de entretenimiento y los otros tres afirman ser centros de conservación, pero tampoco ninguno de ellos cumple con las necesidades básicas de los animales.
Como ya hemos explicado en este blog, el estudio también revela que algunos centros existen bajo la apariencia de santuarios y refugios, y sus animales se mantienen en condiciones inadecuadas para el beneficio de los humanos.
En concreto:
- Todos los delfines estudiados en delfinarios y hoteles viven en condiciones gravemente inadecuadas (ex: cuatro delfines nariz de botella mantenidos en una piscina de aproximadamente 10 por 20 metros y 3 metros de profundidad). Otros hallazgos revelaron que es práctica común extraer los dientes a los delfines para evitar heridas a los turistas que nadan con ellos.
- Cinco de los 13 delfines observados tienen signos de heridas y enfermedades, incluida ceguera potencial, muy probablemente causada por el agua clorada.
- Todos los lugares de elefantes ofrecen paseos en elefante, lo que implica un entrenamiento cruel y expone a los elefantes a situaciones estresantes e impropias a su naturaleza.
- En el 100% de estos sitios, para los paseos se usan sillas de madera o acero, muy pesadas y que pueden provocar heridas a los animales.
- El 51% de los elefantes observados no tienen posibilidad de interacción táctil con otros elefantes. Como animales muy desarrollados socialmente, el aislamiento afecta profundamente a los elefantes cautivos.
- Casi el 15% de los elefantes estudiados muestran estereotipias, comportamientos repetitivos anormales indicativos de estrés y sufrimiento.
- Todos los tigres observados viven en condiciones gravemente inadecuadas; el aspecto más preocupante resulta ser la falta de espacio disponible para ellos.
- Todos los lugares con orangutanes ofrecen la posibilidad de hacerse selfies con los animales, algo muy peligroso para las personas.
- Solo el 15% de los parques tienen a uno o más veterinarios en el sitio de forma permanente, mientras que el 46% dependen de los cuidadores para administrar los tratamientos veterinario.
A pesar del maltrato y las terribles condiciones de vida de los animales salvajes, el turismo sigue visitando estos centros, sin signos de desaceleración. Más de 14 millones de turistas internacionales visitaron Indonesia el año pasado. El porcentaje más alto de turismo llegó desde China, Singapur, Malasia y Australia.
Las cifras globales parece que van a seguir aumentando y por ello debemos tener presente que hay que escoger muy bien los lugares a los que ir. De este modo podemos evitar que siga el ciclo de maltrato por lucro económico y practicar un verdadero Turismo Responsable.
Más datos sobre turismo responsable en Indonesia aquí.
Fuentes: Asia Correspondent, Travel Wire Asia y PubliMetro