En todo el mundo se organizan actividades en las que el abuso y el maltrato animal son los principales protagonistas. A pesar de que la concienciación es creciente, prevalecen aún falsas creencias que se sirven del sufrimiento animal como excusa en la perpetuación de celebraciones en las que los animales son llevados a su límite físico, psicológico o incluso hasta la muerte.
En todos los casos, este tipo de celebraciones se escudan en su consideración cultural o bajo el pretexto de la tradición. Sin embargo, la perspectiva que proporciona la ciencia y el conocimiento disponible en torno a los animales como seres sintientes permiten rechazar estas prácticas. Esto nos lleva a plantearnos si algunas costumbres, aunque tradicionales, son éticamente aceptables hoy en día.
El choque cultural al que los viajeros pueden enfrentarse al conocer las motivaciones de algunas personas en este tipo de celebraciones puede ser impactante, puesto que cada comunidad identifica determinados valores a ciertas tradiciones que, desde según que acervo cultural, pueden resultar difíciles de entender. Sin embargo, los turistas responsables no deberían financiar ninguna actividad que ponga en peligro la vida de otros seres vivos, independientemente de los valores que estas prácticas desprendan para los seres humanos.
A continuación, algunos ejemplos de celebraciones en las que los animales son objeto de prácticas abusivas.
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