Al igual que la cercana ciudad de Kioto, Nara es uno de los principales destinos turísticos de Japón, famosa por sus templos, su parque y, sobre todo, por sus ciervos, que atraen a visitantes deseosos de tomar fotografías.
Aproximadamente 1.300 ciervos deambulan por el extenso parque de esta localidad. Como ocurre con cualquier otra especie salvaje, estos animales jamás deberían haber sido alimentados por el ser humano. Sin embargo, con el paso de los años, los/as turistas han acostumbrado a los ciervos a su presencia ofreciéndoles todo tipo de comida. ¿El resultado? Animales obesos, otros desnutridos y, en general, cada vez más incapaces de sobrevivir por sí mismos y propensos a atacar.