La falta de compromiso del sector turístico con el mundo animal puede tener graves consecuencias. No sólo para los animales implicados, sino también para la misma industria.
Muchos de los animales utilizados en actividades turísticas se encuentran, o pronto se encontrarán si persiste su explotación, en peligro de extinción (ex: los elefantes asiáticos) y es necesario preguntarse qué pasará cuando lleguen a desaparecer el todo. No sólo los viajeros y las empresas saldrán perdiendo; también pagarán el precio las poblaciones locales que han ganado su sustento a costa de estos animales y de los turistas de manera insostenible. Al poner en peligro la supervivencia de ciertas especies han condenado a sus negocios a ser “de corto plazo”.
El respeto hacia los animales ofrece una imagen de seriedad y compasión que se traduce, cada vez más, en un importante valor añadido a nivel turístico. Ante la opción, un visitante escogerá el proveedor que tenga a los animales en mejores condiciones. También un cuidado apropiado de los animales garantiza su supervivencia y, consecuentemente, un negocio a largo plazo.
La mayoría de las interacciones con animales salvajes además, son potencialmente peligrosas y cada año se registran nuevos, y a menudo graves- incluso mortales, accidentes o ataques a personas en todo el mundo.
Las empresas del sector turístico también pueden salir perjudicadas ya que cada día más turistas son conscientes de las implicaciones negativas para los animales que conllevan ciertas interacciones. Hoy en día personas de todo el mundo deciden no viajar, no volver o no recomendar países o actividades dónde se pueden presenciar actos de maltrato o crueldad hacia los animales.
Así que no es de extrañar que en los últimos años varias agencias y tour operadores hayan recibido quejas de clientes que habían presenciado maltrato animal en sus visitas y recorridos. Fomentar un turismo respetuoso hacia los animales ofrece un valor añadido también a las agencias y operadores.
Por último, es importante recordar que las alternativas existen y que si todas las partes implicadas en la industria turística deciden cooperar, será posible redirigir las actividades con animales ofreciendo a los turistas la posibilidad de conocer la fauna local de una manera más ética y responsable. Y así preservar nuestro patrimonio medioambiental para las futuras generaciones.
Existen varios ejemplos de actividades perjudiciales para los animales que han sido redirigidas con éxito para todas las partes implicadas:
Es importante educar a las poblaciones locales en el valor de su entorno natural y en la necesidad de protegerlo también para su sustento económico. Siempre identificando y garantizando una subsistencia alternativa para aquellas personas implicadas en una práctica turística insostenible.
Turismo Responsable - Fundación FAADA
93 624 55 38