El pasado 22 de Abril en Camboya ha fallecido otro elefante utilizado para paseos con turistas. El animal, una hembra de unos 40 años llamada Sombo colapsó cerca del famoso templo Angkor Wat.
Utilizada en trekking con turistas durante más de 15 años, Sombo murió de un ataque al corazón tras ser forzada a trabajar con dos personas encima durante más de media hora y con temperaturas de 40 grados.
El propietario de la Angkor Elephant Company ha declarado a la prensa que la muerte del animal le ha llevado a modificar los horarios de trabajo de sus elefantes, que, a partir de ahora serán utilizados una hora menos cada día.
Pero como todos ya sabemos, esta medida es del todo insuficiente.
¿Por qué?
Los elefantes empleados en la industria turística son obligados a vivir en cautividad, forzados a cargar gran cantidad de peso para lo que su espina dorsal no está preparada, ni tampoco sus pies, por lo que acabarán padeciendo lesiones permanentes o graves patologías como la artritis (más información: https://turismo-responsable.com/blog/paseos-en-elefante-una-actividad-incompatible-con-la-anatomia-de-estos-animales) Sufren además continuas agresiones como parte de la práctica habitual de manejo, siendo golpeados en las zonas más sensibles de su cuerpo (ojos y orejas).
Cuando no están trabajando son mantenidos encadenados sin poder desarrollar sus comportamientos naturales, y se les entrena mediante el proceso de “domesticación” conocido como Pajaan, literalmente “romperles el alma”. Esta técnica, tan antigua y tan arraigada a la cultura asiática, implica aislar al elefante en una pequeña jaula, privarle de comida, agua y sueño, encadenarle o atarle y golpearle con ganchos metálicos en lugares sensibles para convertirle en un ser sumiso, que no olvidará nunca esta experiencia y será por tanto incapaz de desobedecer al humano. (Más información: http://turismo-responsable.com/post-793-pajaan-romper-el-alma-a-los-elefantes).
El uso de elefantes asiáticos para el turismo está además llevando a la desaparición de esta especie. Debido a que la demanda de estos animales por parte de la industria sigue creciendo, la caza y el tráfico ilegal de crías de elefantes se ha convertido en un problema enorme para la supervivencia del elefante asiático: hoy en día las estimaciones apuntan que quedan en el estado salvaje entre 35.000 y 40.000 animales, lo que, según los expertos, no es más que una pequeña fracción de la población original y un indicativo de la grave amenaza que sufren los elefantes en este continente. (Más información: https://turismo-responsable.com/blog/de-donde-vienen-los-elefantes-de-tailandia)
La concienciación de la sociedad es la única forma de contribuir a la protección de estos animales, y a que no se repitan casos tan trágicos como el de Sombo.
Por esto invitamos a todos los viajeros a leer detenidamente la siguiente información sobre turismo y elefantes ( http://turismo-responsable.com/s37; http://turismo-responsable.com/s33) y a firmar la petición para pedir el fin de los paseos con elefantes en la zona de Siem Reap, Camboya: https://www.change.org/p/apsara-authority-end-elephant-riding-at-angkor-siem-reap
Fuente: http://goo.gl/FpykwO
Que horror. Pobrecitos elefantes. No tenia idea de que pasaban por eso.