Bulgaria cuenta con una serie de zoológicos meta de varios turistas, pero en los últimos años, la revisión de los estándares de estas instalaciones ha despertado preocupación por las condiciones de vida y el bienestar de los animales. Un reciente artículo sobre el zoológico Blagoevgrad hablaba de falta de fondos, guardianes mal pagados y animales viviendo en condiciones terribles. El zoológico, a unos 100 kilómetros al sur de Sofía, tenía monos viviendo en jaulas diminutas, sin ningún tipo enriquecimiento ambiental y que estaban “encantados” de entretener los turistas a cambio de algo de comida. Se encontraron también dos osos “viviendo” en un agujero en el suelo, pidiendo desesperadamente comida en un espacio lleno de basura.
Por desgracia, esta es el mismo escenario de muchos de los zoológicos de Bulgaria, aunque organizaciones de defensa animal como Born Free Foundation están actualmente trabajando con el Gobierno y la Comisión Europea para encontrar una solución constructiva a este grave problema.
http://turismo-responsable.com/s29
A principios de 2012, Bulgaria reafirmó su compromiso con el ecoturismo, viendo el gran potencial de este tipo de turismo. También ha apoyado la Unión Europea y su programa Natura 2000, que tiene como objetivo garantizar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats más valiosos y amenazados de Europa. Bulgaria cuenta con más de 320 Zonas Especiales de Conservación, muchas de las cuales están relacionadas con las aves. Con más de 400 especies de aves, 27 000 especies de invertebrados y más de 12.000 diferentes tipos de plantas, Bulgaria es uno de los países con mayor biodiversidad de Europa.
Los románticos y nostálgicos paseos en carro de caballos no resultan tan agradables para los animales, quienes deben trabajar largas jornadas, arrastrando pesadas cargas y soportando condiciones climáticas a menudo extremas.
Numerosos animales pasan todo el día explotados más allá de sus límites, mientras llevan turistas a través de terrenos complicados a precios de ganga, a menudo bajo el sol, con poca sombra, agua y descanso. Estos animales sufren de insolaciones, heridas, palizas y lesiones como consecuencia de estas “experiencias turísticas” y el provecho económico que puedan ganar sus propietarios con estas actividades pasa siempre por encima de su bienestar.
Los carros de caballos pueden tener accidentes con otros vehículos, especialmente en ciudades con mucho tráfico. Suele llevarse a los animales al trote, que es una velocidad demasiado alta ya que en caso de detenerse de golpe el carro podría chocar contra el animal. El poco descanso que reciben suele ser en cuadras ubicadas en el mismo centro de la ciudad y en, a menudo, condiciones inapropiadas.
Más info: http://turismo-responsable.com/s24
En este país también es posible encontrar centros que mantienen cetáceos (delfines, orcas o ballenas beluga) en cautividad La ciencia he demostrado que estos inteligentes animales sufren enormemente en las condiciones limitadas de los delfinarios y los niveles de estrés y mortalidad son muy elevados.
El entrenamiento de estos animales para los espectáculos circenses donde realizan comportamientos totalmente antinaturales, y que pueden perjudicarles físicamente, se consigue a través de mantener a los animales en un estado permanente de hambre para que actúen a cambio de un trozo de pescado muerto.
Condenados por su rictus facial, que asemeja una sonrisa humana, estos animales altamente sociales, que en la naturaleza nadarían largas distancias y se sumergirían hacia las profundidades, son utilizados para realizar acrobacias en pequeños tanques de cemento. Muchos de los ejemplares son arrebatados de la naturaleza.
Para más información: http://sosdelfines.org
Turismo Responsable - Fundación FAADA
93 624 55 38