Para muchas personas interactuar con un cachorro de león representa el sueño de toda una vida, y por eso miles de turistas se apuntan cada año a esta actividad en sus vacaciones. Estas mismas personas incluso llegan a escuchar que la pobre cría fue rechazada por su madre y al pagar para “abrazarla”, se le está dando el cariño que necesita y que tanto le falta.
A continuación, los turistas se van a casa y publican en RRSS su increíble experiencia con un cachorro huérfano, cuando en realidad tan sólo han contribuido a que ese animal tenga una vida de explotación y una muerte prematura.
En Sudáfrica, las granjas de cría de leones son una atracción turística extremadamente popular. Por solo unos pocos dólares es posible acariciar, jugar, abrazar y alimentar a una cría.
Los animales parecen estar en buenas condiciones, pero normalmente son separadas de sus madres al nacer.
Los turistas no suelen preguntarse qué pasará a estas crías una vez se hayan convertido en demasiado “viejas” para las fotos.
Y la verdad es que estos lugares no son tan idílicos como parecen: son tan solo el punto de partida de una operación mucho más oscura y espantosa.
De hecho, cuando las crías crecen no se las envía a vivir el resto de sus días en la naturaleza, como muchas de estas granjas hacen creer a sus clientes. Se destinan en cambio a un tipo diferente de atracción turística: esta vez las personas no pagarán para acariciarlos sino para dispararles.
Porque la realidad es que hay alrededor de 260 granjas en toda Sudáfrica que crían leones para satisfacer los deseos de los cazadores adinerados, y miles de “turistas” viajan a la región cada año para matar animales salvajes y llevarse su cadáver como trofeo.
La modalidad más perturbadora de la caza de trofeos es la «caza enlatada», donde el león es servido “en bandeja” al cazador y sin ninguna posibilidad de escape.
Los leones se mantienen en pequeñas áreas cercadas de las que no pueden escapar. A veces, son atraídos con cebo o incluso tranquilizados para que todo resulte más fácil para los cazadores.
Un león macho con una gran melena puede costar entre 23,000 € y 38,000 € o posiblemente más, y en algunos casos los cazadores pueden pagar un plus para disparar también a las crías.
La industria de la caza enlatada, de la que acaban victimas los mismos leones utilizados para interactuar con turistas, es tan despreciable que incluso otras organizaciones de caza han querido tomar distancias de la misma.
Es posible encontrar fuentes y más información en este reportaje del The Sun y en las siguientes secciones de nuestra web:
http://turismo-responsable.com/s97
http://turismo-responsable.com/s104
En tus vacaciones, no visites granjas de leones y no pagues para acariciar o interactuar con estos animales!
Se me arruga el.corazón esta salvaje costumbre de estos psicópatas adinerados, que tristeza. Los gobiernos en estos países son promotores y cómplices de la muerte de miles de animalitos inocentes, un día los acarician y al.otro día les.disparan, terrible
eso es horrible digan NO a la caza de animales salvajes