Japón

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Parques de osos

Los “parques” de osos son establecimientos donde varios de estos animales son confinados en un entorno antinatural, obligados a mendigar comida y a realizar espectáculos para entretener a los visitantes. Según los responsables, estos parques de hormigón fueron creados para rescatar a cachorros huérfanos, pero incluso si esto hubiera sido verdad en su momento, claramente ya no es el caso hoy en día, como demuestra el hecho que estos animales se hacen criar y se les obliga a vivir en un espacio reducido y sobrepoblado. Los recientes accidentes mortales que han visto como protagonistas a trabajadores del centro son una prueba más de los riesgos relacionados con atracciones de este tipo.

Peleas de perro

Japón es el único país donde las peleas de perros siguen siendo legales. Esta bárbara y cruel práctica obliga a varios perros a luchar uno contra el otro normalmente hasta la muerte. Los turistas deberían saber que los locales suelen hacer referencia a este tipo de  acontecimiento como "Token".

Carne de ballena

La carne de ballena se puede encontrar en algunos restaurantes de Japón. Los turistas que no quieran comer la carne de estos animales deben evitar los platos que incluyan la palabra 'unesu' (carne del vientre de la ballena) y los platos con la palabra 'onomi', que contienen cola de ballena. La caza de ballenas es notoriamente cruel y peligrosa para la conservación, además de ser perjudicial para las personas ya que este tipo de carne suele contener altos niveles de sustancias toxicas como el mercurio. Para más información clicar aquí.

Nidos de Tortugas marinas

La sureña isla de Yakushima es una de las principales zonas de puesta de huevos de tortugas marinas en Japón, y es la única en el Pacífico Norte. Desafortunadamente, el turismo se ha convertido en un problema debido al creciente número de visitantes que acude a la isla tras que ésta fuera declarada Patrimonio de la Humanidad Natural. Como consecuencia, también ha crecido el número de personas que quieren ver a las tortugas y que han acabado afectando la deposición de los huevos ya que los coches, el ruido y las sombras humanas asustan a las tortugas que pueden decidir volver al mar. La captura de las tortugas marinas y la recolección de sus huevos son actividades que se rigen por leyes, pero actualmente no hay restricciones a la observación de las tortugas marinas.

Cafeterías con animales

Las cafeterías con animales están muy de moda en Japón y además de gatos y conejos, existen también bares dónde los clientes pueden interactuar con búhos y serpientes exóticas.

En el caso de los búhos, la mayoría de estos animales viven permanentemente dentro de los locales dónde, aunque hayan sido criados en cautividad, es evidente que no pueden desarrollar sus comportamientos naturales, ni tan siquiera volar.

Aunque los clientes tengan que seguir ciertas reglas a la hora de interactuar con ellos (como no utilizar flash ni tocarlos de maneras en que les podrían lastimar) y no todos los ejemplares presentes en los bares sean utilizados para el contacto con el público, varios expertos expresan su preocupación por esta nueva forma de explotación.

De la misma manera, los bares no son el hábitat más adecuado para serpientes exóticas. Los establecimientos que los exhiben como reclamo pueden fomentar el tráfico de estas especies y la creencia de que pitones y otras serpientes pueden ser convertidos en animales domésticos.

Muchos de estos reptiles son extremadamente peligrosos y se sospecha que para que puedan interactuar con las personas, se les somete a algún tipo de mutilación como sellarles la boca o arrancarles los colmillos. Más información.

Zao Fox Village

El supuesto “santuario” de zorros Zao Fox Village (en Miyagi) es en realidad un parque de atracciones más bien parecido a un zoológico, donde estos animales se encuentran semi-domesticados y a los que los visitantes pueden dar de comer. Algunos de los zorros pueden verse en pequeñas jaulas privados de enriquecimiento ambiental y se sospecha que el centro podría comerciar con las pieles de estos animales. En sus instalaciones hay otras especies, como caballos y conejos, utilizados como reclamo y confinados en pequeños recintos o jaulas.

Los viajeros preocupados por la protección de los animales, deberían evitar visitar este centro. Más información sobre el tema.

Buey de Kobe

El buey de Kobe se considera una de las carnes más deliciosas y emblemáticas de Japón y, según la tradición, los animales que se crían para este tipo de carne se cuidan y se tratan tan bien que hasta reciben masajes y se les da de beber cerveza. La realidad desafortunadamente es muy diferente, y estos bueyes permanecen constantemente inmovilizados en sus propias heces hasta el momento de su muerte. Son alimentados a la fuerza y se les suministra cerveza para “reiniciar” su sistema digestivo que no funciona correctamente debido a la inmovilidad. Tras una media de tres años en estas condiciones es normal que los animales ya no consigan moverse y para conseguir desplazarlos antes del sacrificio resulta necesario hacerles “masajes”.

Es muy importante que los turistas no se dejen engañar y eviten probar este tipo de carne. Más información sobre platos crueles y tradicionales.

Zoos

Los zoológicos de Japón son tristemente conocidos a nivel internacional por las malas condiciones en las que son mantenidos sus animales, que viven en espacios diminutos y sin enriquecimiento ambiental y suelen enseñar graves comportamientos estereotipados.

En la mayoría de los zoológicos del país, los monos expuestos suelen ser capturados del estado salvaje y los animales “en exceso” enviados a universidades y laboratorios para la experimentación. Para más información consultar aquí y aquí.

Taiji y delfinarios

La masacre anual de delfines en Taiji, Japón, tiene lugar cada año entre los meses de septiembre a abril. Solo en 2013, 1450 delfines fueron capturados en esta localidad: 834 de ellos fueron matados para vender su carne en todo Japón (que presenta varios riesgos para las personas debido a las altas cantidades de mercurio que contiene) y 158 (los ejemplares más bonitos) fueron vendidos a diferentes parques de atracciones en todo el mundo que mantienen cetáceos en cautividad. Como turistas, podemos ayudar a estos animales no visitando, ni cerca de Taiji ni en ningún otro lugar del mundo, delfinarios u otras instalaciones que organizan espectáculos con delfines u ofrecen la posibilidad de interactuar con estos animales y que fomentan esta masacre (los cazadores venden cada delfín por aprox. 150,000$). También podemos informarnos e informar a nuestros conocidos y amigos mirando, por ejemplo, el plurigalardonado documental “The Cove” o incluso tomar ejemplo de esta familia que viajó a Japón y decidió hacer algo más concreto. Más información sobre cetáceos en cautividad.

Delfinarios

En este país también es posible encontrar centros que mantienen cetáceos (delfines, orcas o ballenas beluga) en cautividad. La ciencia he demostrado que estos inteligentes animales sufren enormemente en las condiciones limitadas de los delfinarios y los niveles de estrés y mortalidad son muy elevados.

El entrenamiento de estos animales para los espectáculos circenses donde realizan comportamientos totalmente antinaturales, y que pueden perjudicarles físicamente, se consigue a través de mantener a los animales en un estado permanente de hambre para que actúen a cambio de un trozo de pescado muerto.

Condenados por su rictus facial, que asemeja una sonrisa humana, estos animales altamente sociales que en la naturaleza nadarían largas distancias y se sumergirían hacia las profundidades, son utilizados para realizar acrobacias en pequeños tanques de cemento. Muchos de los ejemplares son arrebatados de la naturaleza. Más información en SOS Delfines.

A continuación, un listado de ONGs locales que se pueden contactar en caso de querer hacer un donativo, una denuncia o encontrar un animal que necesita ayuda en Japón:

Japan Cat Network

Animal Refuge Kansai (ARK)

Nippon SPCA

Heart Tokushima

Japan Animal Welfare Society

Wild Bird Society of Japan (WBSJ)

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Turismo responsable

Turismo Responsable - Fundación FAADA

93 624 55 38
turismo@faada.org
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