Buenas noticias desde Italia. Roma, y todas las ciudades del país, tendrán que decir adiós a las tradicionales “botticelle”, los carros de caballos que llevan de paseo a los turistas. El pasado 2 de agosto, la Cámara de Montecitorio aprobó una orden del día que incluye el compromiso de que el Gobierno «prohíba el uso de animales para la tracción de vehículos para turistas en todo el territorio nacional», así como «las sanciones administrativas y el decomiso del vehículo y del animal en caso de transporte no autorizado».
Para salvaguardar los puestos de trabajo, el documento también compromete al ejecutivo a convertir las licencias de cocheros en licencias de taxi o carros eléctricos. Esta decisión promete tener un impacto decisivo en la capital italiana. Roma, de hecho, es la mayor ciudad italiana en la que siguen circulando las “botticelle”, sobre todo en el centro histórico y en las zonas mayormente afectadas por los flujos turísticos.