En Lanzarote, la empresa Extreme Fishing Territory había convertido la captura de especies marinas en peligros de extinción en una atracción turística. Por 150 euros, los visitantes de esta isla Reserva de la Biosfera podían subirse a un barco, pescar tiburones martillo, mantelinas y rayas, llevarlos a la orilla y sacarse fotos para redes sociales. Después de tomar las fotos, aún se desconoce qué ocurría con los animales. Sin embargo, todos los estudios coinciden en que capturarlos y sacarlos a la superficie puede causarles daños irreversibles, aunque luego se les devuelva a su hábitat.
Aparentemente, la oferta había estado vigente desde al menos 2020, y en las publicaciones de Facebook donde promocionaba sus servicios, el responsable de la empresa aseguraba que además de Lanzarote, también ofrecía «aventuras de pesca» en Ceuta, Gibraltar, Sudáfrica, Cabo Verde, Angola y Mozambique.