A través de nuestra campaña de Turismo Responsable recibimos muchos mails de personas que quieren dedicar sus vacaciones a ayudar a los animales y nos piden referencias de centros de rescate de confianza y donde el bienestar de los animales sea realmente lo más importante.
Por este motivo, cuando organizaciones internacionales de defensa animal nos pidieron de poner en guardia a nuestros lectores sobre el Millenium Elephant Foundation (Sri Lanka), un supuesto centro de rescate de elefantes, no nos lo pensamos dos veces y publicamos esta advertencia en el Facebook de nuestra campaña. Nos duele mucho pensar que personas amantes de los animales y que quieren dedicar hasta sus días de vacaciones a ayudarles puedan acabar engañados. Y al ver las galerías de fotos de este centro (elefantes encadenados, palos puntiagudos y animales disfrazados y obligados a actuar en fiestas locales) nos quedó muy claro que este no podía ser un santuario de verdad.
A raíz de nuestra publicación en el Facebook, se puso en contacto con nosotros Paula, una chica que, justamente, había vivido una experiencia muy desagradable en este mismo lugar y que nos confirmaba el horrible trato que reciben aquí tanto voluntarios como animales. A continuación os dejamos parte de su testimonio, algo que esperamos pueda disuadir el mayor número posible de voluntarios internacionales de pasar sus vacaciones allí:
“Hola! Os escribo para contaros mi pésima experiencia en el Millenium Elephant Foundation de Sri Lanka. Me ha encantado ver vuestra entrada en Facebook sobre el tema, eso quiere decir que ha habido más quejas.
Los elefantes viven encadenados, de hecho duermen encadenados. Cuando pregunté por qué se me explicó que era por su propia seguridad, porque el recinto no está cerrado y podían salir a la carretera. Nadie me supo explicar por qué no se cerraba; por dinero no sería, dado los elevados precios que pagamos los voluntarios por estar allí.. Estoy convencida de que nuestro dinero, como el de los centenares de voluntarios que han pasado y seguirán pasando por ahí, se usa para muchas cosas, pero no para los elefantes, o al menos no más que una mínima parte.
Los elefantes están «alquilados» a los templos, según ellos para que al menos pasen once meses al año en un «balneario». Yo lo que vi fueron elefantes trabajando todo el día con los turistas que venían al MEF, y esto era constante: lavados en el río, paseos por el recinto. Los elefantes que yo vi estaban tan tan tan amaestrados que el grito de su mahut los ponía en movimiento, y nada más lo lograba: no vi a ninguno actuar libremente; hasta para los baños el mahut les indicaba de qué lado debían tumbarse. Era estremecedor. Los primeros días intenté pensar que era agosto, que había mucho turista, no sé, para mí fue insostenible, de hecho no estuvimos ni una semana: decidimos marcharnos porque nosotras queríamos ir a trabajar, compartir nuestras vacaciones con elefantes y srilankeños, y aquello no era lo que la ONG «vendía» en su web.
[…]
Se negaron a devolvernos hasta el dinero que habíamos pagado por el traslado al aeropuerto en nuestro viaje de vuelta, unos 50 euros, pese a que no nos llevaron.
Conclusión: elefantes encadenados y mucha jeta, eso fue lo que me traje de esos seis días en el MEF. Por suerte, nos fuimos de allí con la mochila para recorrer Sri Lanka, y el viaje fue alucinante, porque es un país y es una gente alucinante.. . Espero haberos ayudado. Saludos!”
[…] unas semanas Paula nos contaba su triste experiencia en el “centro de rescate” Millenium Elephant Foundation de Sri Lanka, y hoy es el turno de Alba […]