Actualmente, en Sudáfrica, unos 6.000 leones son criados en cautividad para ser abatidos en falsas cacerías. Los cazadores pagan hasta 50.000 euros por participar en estas matanzas. Sin embargo, EEUU, primer cazador mundial de leones, quiere terminar con esta práctica.
Dan Ashe, director del departamento «Fish and Wildlife Service», ha sido el responsable de anunciar esta noticia y de catalogar a los leones africanos como especies amenazadas y en peligro de extinción.
Esta nueva regulación tendrá un impacto significativo sobre la industria de la caza deportiva y en particular de la caza enlatada, práctica según la cual los leones criados en cautividad – y por lo tanto acostumbrados a la presencia de las personas – se mueven en un espacio delimitado y son atraídos con comida, de manera que el cazador tiene nulas probabilidades de fallar el objetivo.
A día de hoy tan sólo quedan 20.000 leones en el estado salvaje y es imprescindible acabar con estas practicas para que la especie no desaparezca.
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