Carros de caballos, no tan «inofensivos» como pueden parecer

Os dejamos el relato de Basia, quien estuvo en Sevilla en Noviembre. Al mostrar preocupación por las heridas en la cara de uno de los caballos utilizados para los típicos carruajes turísticos cerca de la catedral, su propietario tuvo una «interesante» solución para el problema.

El día 12 de noviembre estuve en Sevilla con 3 amigas paseando delante de la catedral. Vimos varios caballo de coches esperando a llevar turistas por la ciudad. Nos acercamos a un caballo marrón que tenía algo de pus alrededor de su rienda inferior de la cara. Al preguntar al dueño porque tenía pus en la cara, éste levantó la rienda que estaba pegada a la cara del caballo. Incluso él se asustó. Había una herida grave, abierta, sangrando y con pus. Se veía claramente los tejidos debajo de la piel.

Sugerimos que quizás sería una idea retirar el caballo y tratar la herida. El dueño nos dijo que no pasa nada y tapo la herida con un trapo de color naranja. Una turista ajena a nuestro grupo, se acerco a nosotras y nos dijo que tiene fotos y que nos enviaría si pudiéramos denunciar el hecho. Buscamos un agente de policía, pero no encontramos ninguno. Al volver al lugar después de una hora, vimos el mismo caballo en la fila de coches, esperando su turno para llevar turistas por la ciudad.

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Desde FAADA nos hemos dirigido al Ayuntamiento de Sevilla solicitando qué medidas toman para garantizar una mínima protección de estos animales.

A continuación os exponemos los problemas más frecuentes que este tipo de actividad pueden suponer para los animales:

Turismo y Animales Paseos en caballos, burros o carros

Los caballos y asnos “trabajadores” son parte del día a día en destinaciones turísticas populares por todo el mundo, con cientos de miles de ellos “contratados” por la industria turística. Pero las malas praxis y el exceso de trabajo pueden causar sufrimiento a los animales.

Los románticos y nostálgicos paseos en carro de caballos no resultan tan agradables para los animales, quienes deben trabajar largas jornadas, arrastrando pesadas cargas y soportando condiciones climáticas extremas.

Numerosos animales pasan todo el día cada día de sus vidas explotados más allá de sus límites, soportando pesadas cargas, mientras llevan turistas a través de terrenos complicados a precios de ganga, a menudo bajo el sol abrasador, con poca sombra, agua y descanso. Los animales exhaustos sufren de insolaciones, heridas, palizas y lesiones como consecuencia de estas “experiencias turísticas”, con sus propietarios -generalmente de pocos recursos- explotándolos para obtener algunos ingresos. El provecho económico que puedan ganar sus propietarios con estas actividades pasa siempre por encima de su bienestar.

Los carros de caballos pueden tener accidentes con otros vehículos, especialmente en ciudades con mucho tráfico. Suele llevarse a los animales al trote, que es una velocidad demasiado alta ya que en caso de detenerse de golpe el carro podría chocar contra el animal. El poco descanso que reciben suele ser en cuadras ubicadas en el mismo centro de la ciudad y en, a menudo, condiciones inapropiadas. Cuando ya no sirven para generar beneficios económicos a sus dueños, terminan en el matadero y son reemplazados por otros.

¿Cuáles son los problemas?

Existen varios factores que afectan al bienestar de los caballos y asnos forzados a trabajar, incluidas las dimensiones y la fuerza de los animales, las distancias y los terrenos que deben cubrir, el equipamiento y la atención veterinaria de que se dispone a nivel local.

Los animales que trabajan en el ámbito turístico se enfrentan a una serie de problemas en común. A continuación, presentamos un resumen de algunos de ellos:

  • Sobrecarga. En ocasiones los animales son montados por personas sin experiencia o demasiado pesados para ellos, o por más de una persona a la vez. Las cargas pesadas, y en ocasiones mal repartidas, pueden aumentar el riesgo de problemas graves, como las fracturas de huesos.
  • Heridas. Los roces con las sillas y otro equipamiento constantemente pueden ocasionarles heridas y llagas.
  • Golpes. Además de causarles miedo, los golpes pueden provocar heridas graves y dolorosas que podrían infectarse.
  • Falta de atención veterinaria. Estos animales no suelen recibir los chequeos veterinarios especializados necesarios ya sea por falta de interés o por su alto coste. Es frecuente observar caballos con cojeras, ya que no suelen estar bien herrados ni con las pezuñas bien cuidadas para andar todo el día sobre el duro asfalto, que en verano puede llegar a quemar, o sobre adoquines resbaladizos.
  • Estrés por deshidratación y calor. Los animales que realizan esfuerzos necesitan mucha agua y sombra para no perder minerales esenciales y sales cuando sudan. Muchos de estos équidos sufren de malnutrición y deshidratación y carecen de sombra y zonas de descanso.

La postura del animal muestra si están o no cómodos o vitales; muchos tienen la cabeza baja, los ojos cerrados y las orejas hacia atrás. El peso de su cuerpo puede no estar bien repartido debido al dolor en alguna de sus extremidades o en los cascos, que en ocasiones están agrietados o deformados. Los huesos de la cadera, de la columna vertebral y de la pelvis prominentes delatan un mal estado físico.

Recorrer a pie un paraje exótico o una nueva ciudad te acerca más a la naturaleza y te adentra más en la cultura local y el auténtico modo de vida de los lugares que visitas. Tienes más tiempo para fijarte en detalles, escenas y costumbres que de otras maneras no podrías percibir. Desde FAADA creemos que se debe evitar el uso de animales en todos los aspectos.  Intenta evitar el abuso de estos animales y busca métodos de transporte alternativos que no les perjudiquen.

Toda persona tiene el poder para evitar el sufrimiento de un caballo o burro “trabajador” al elegir tomar decisiones responsables con éstos.

12/12/2011

2 comentarios en “Carros de caballos, no tan «inofensivos» como pueden parecer

  1. aroa lopez araujo dice:

    ME PARECE INDIGNANTE,CRUEL Y MILES DE ADJETIVOS MAS A ESTAS PERSONAS QUE QUIEN LES DA DE COMER LAMENTABLEMENTE NO LES RESPONDEN CON LA MISMA MONEDA DE FIDELIDAD QUE LO HACEN LOS LINDOS CABALLITOS.
    TENDRIAN QUE ACABAR CON ESTO O SINO COMO MINIMO DEBERIAN CADA SEMANA COMO OBLIGACIÓN Y REPONSABLIDAD PRINCIPAL UN VETERIBNARIO REVISARLOS CADA SEMANA Y QUE TAMBIEN TENGAN VACACIONES DE DESCANSO ESTOS POBRES ANIMALITOS…NO MONTEN EN ESTOS CARRUAJES DIGNOS DEL HORROR Y UN PASEO DIBUJADON UNA CRUELDAD SUPREMA, AL IGUAL QUE MILES DE CASOS MAS EN ANIMALES QUE POR DESGRACIA EXISTEN…BASTA YAAAAAAAA!!!!! TENDRIA QUE HABER HUMANOS QUE OTROS HUMANOS LES HICIERAN LO MISMO Y DARLES DE SU PROPIO JARABE….ENHORABUENA AL QUE HA PUBLICADO ESTE LAMENTEBLE REPORTAJE, GRACIAS A PERSONAS COMO ELLOS SABEMOS CUANTO «H…P…» HAY SUELTO, Y QUIERO COLABORAR CON MI OPINION PARA QUE CADA DIA SEAMOS MAS EN APOYAR A ESTA LUCHA QUE NUNCA TERMINA….»FIN AL MALATRATO Y ABUSO ANIMAL»

  2. María dice:

    Si la gente no se montara en estos coches acabarían por aburrirse y dejarlo.
    Están a pleno sol y a sus dueños sólo les importa que les generen euros; es una crueldad y no hacen nada por solucionar este problema.
    A nadie le importa la vida de un burro o un caballo, al fin y al cabo, muchos dicen que son animales.
    Propongo a todos que nunca se monten en coches de caballos, si todos lo hiciéramos no habría negocio. Igual sucedería con los toros.

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