¿Es la caza mayor una forma de asesinato en serie?

Gareth Patterson, experto en leones y conservacionista apunta lo siguiente:

«Para mí matar animales inocentes para la auto-gratificación no es diferente a matar a gente inocente para la auto-gratificación. Por extensión, entonces, la caza de trofeos sin duda debe ser visto como un asesinato en serie.

¿Cuáles son las comparaciones entre la caza de trofeos y el asesinato en serie?

Para intentar responder a esta pregunta, he hecho un poco de investigación sobre este tema tan horrible. Aprendí en primer lugar que el asesinato en serie es un hábito grotesco que los analistas consideran como adictivo. El asesinato en serie se basa en el poder y el control – ambas vinculadas al anhelo de los asesinos de «ser importantes».

Parece ser que cuando el asesino en serie comete su primer asesinato, experimenta sentimientos como el asco y remordimiento, pero la muerte – como una dosis de droga altamente adictiva – conduce a más y más asesinatos. Los investigadores han descubierto que los asesinos en serie experimentan un periodo de reflexión después de un asesinato, pero como con la ansia de droga, la compulsión – la necesidad de matar – se acumula hasta que el asesino se dirige de nuevo en busca de otra víctima.

Los cazadores de caza mayor son en su mayoría asesinos que repiten. Esto se ve alimentado en las competiciones elitistas de trofeo de caza. Se ha calculado que para que un cazador gane estas competiciones en todas las categorías de más alto nivel, tendría que matar al menos a 322 animales.

La pornografía es percibida por los analistas como un factor que contribuye a fantasías violentas de asesinos en serie – en particular el «sadomasoquismo»- ya que es un tipo de práctica en la que predomina la dominación y el control sobre la víctima.

Las revistas de caza contienen, página tras página, fotos de cazadores, arma en mano, posando en posiciones dominantes sobre sus víctimas sin vida, la publicidad ofrece una gran variedad de caza de trofeos y emocionantes historias de cazadores.

Con estas páginas sin duda se excita al cazador, alimentando sus propias fantasías y animándole a planificar más y más cacerías.

Los cazadores de trofeos a menudo contratan a un cámara para filmar su cacería en el monte, incluyendo momentos como cuando se dispara al animal y cuando muere. Estas películas se hacen para ser vistas más tarde, supuestamente para la auto-gratificación y para mostrárselas a otras personas, una vez más la necesidad de sentirse importantes.

Esto también podría considerarse como una forma de trofeo. Podría compararse en algunos aspectos a las películas «snuff». Se conoce que muchas de ellas son grabadas por asesinos en serie.

Para ellos es una necesidad ser considerados héroes. Esto está ligado al deseo del individuo de «autoestima». El estudiante Robert Smith, por ejemplo, en noviembre de 1996 entró en un salón de belleza en Mesa, Arizona, y  disparó a cinco mujeres y a dos niños en la parte posterior de la cabeza. Dijo que su motivación para matarles era hacerse famoso.

El asesino múltiple Cari Panzram (entre cuyas víctimas hay seis africanos a los cuales disparó por la espalda, por diversión, mientras trabajaba para una compañía petrolera en África) dijo una vez: «Yo reformo a las personas». Cuando se le preguntó cómo, respondió: «Al matarlos». Panzram también le gustaba describirse a sí mismo como «el hombre que anda por ahí haciendo el bien».

El «Estrangulador de Stockwell» del sur de Londres, en 1980, también comentó a la policía que mataba a la gente para hacerse famoso. Es otro claro ejemplo de como el asesino en serie confunde notoriedad por fama.

¿Están entonces vinculados los asesinatos del cazador de trofeos a la adicción del asesino en serie de matar a personas para lograr así heroísmo, subir su auto-estima y ser famoso?

Ciertamente, se podría afirmar que, al igual que el asesino en serie, el cazador de trofeos planea su asesinato con mucho cuidado y deliberación. Igual que el asesino en serie, decide con anticipación el «tipo» de víctima – es decir, qué especies se propone como objetivo. Además, como el asesino en serie, el cazador de trofeos planea con mucho cuidado dónde y cómo se llevará a cabo la matanza. En qué área, con qué arma, etc…

Lo que el asesino en serie y el cazador también comparten es una obsesión con coleccionar «trofeos» o «recuerdos» de sus asesinatos. El asesino en serie conserva ciertas partes del cuerpo u otros trofeos «… por la misma razón que el gran cazador exhibe la cabeza y cuernos de su presa … como trofeos de caza», según Colin Wilson y Donald Seaman en «Los asesinos en serie» , un libro sobre la psicología de la violencia.

En este libro, los autores escribieron sobre Robert Hansen, un hombre de negocios de Alaska entusiasta de la caza mayor que cazaba prostitutas desnudas en la nieve como si fueran animales salvajes y luego las mataba a tiros. Hansen apuntaba con un arma a su víctima, le ordenaba que se quitara toda la ropa y luego le pedía que se pusiera a correr. Él les daba el pistoletazo de salida antes del acecho. Hansen dijo que el acto de matar a sus víctimas era un «anti-climax» y que «la emoción estaba en el acoso».

¿Cuántas veces he oído a cazadores de trofeos que describen sus acciones en términos similares? «No, la caza no se trata sólo de matar», dicen. «También se trata de la persecución momentos antes de la matanza».

Hansen era un cazador de trofeos, que, según Wilson y Seaman, había logrado ser una celebridad matando a una oveja de Dall con una ballesta. También guardaba los trofeos de las mujeres que cazaba pero, como estaba casado y con familia, no podía exponer sus trofeos humanos junto a los cuernos de alce ni llevar pieles a su guarida.

Como alternativa, se descubrió que Hansen, se llevaba jayas de sus víctimas como «trofeos» y los escondía en su loft de modo que, al igual que con sus trofeos de animales, él, el cazador, podía revivir sus fantasías inspiradas en los asesinatos cada vez que lo deseara.

De acuerdo con Wilson y Seaman, Jack el Destripador cortó la nariz y los senos de una de sus víctimas y, como si fueran trofeos, los tenía en su mesita de noche junto con tiras de carne talladas de los muslos.

Joyas, partes del cuerpo, prendas de vestir, como ropa interior, etc, son todos conocidos «trofeos» del asesino en serie. Un asesino en serie desolló a su víctima y se hizo un chaleco con su piel como «souvenir» o «trofeo».

Se demostró que casi la mitad de los asesinos en serie analizados durante la investigación del comportamiento habían sido víctimas de abusos sexuales en la infancia. Los problemas tempranos en su entorno, en su vida, se manifiestan con violencia, como por ejemplo la crueldad con animales. Tal vez ellos tienen un deseo frustrado de «autoestima», un profundo deseo de ser reconocidos, un resentimiento contra la sociedad. Todos estos factores son algunos de los vínculos conocidos en el perfil de un asesino en serie.”

27/12/2012

Un comentario en “¿Es la caza mayor una forma de asesinato en serie?

  1. Ana González Rodríguez dice:

    COMPASIÓN ANIMAL,BASTA DE ASESINATOS,SON NUESTROS HERMANOS DE MUNDO. POR UN MUNDO MEJOR🙏💚

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