El Coto de Doñana es un espectáculo de la naturaleza. Podría decir más calificativos pero todos se quedarían cortos ante la explosión de vida y belleza que en el parque habita.
Situado en el suroeste de la Península Ibérica entre las desembocaduras de los Ríos Tinto y Guadalquivir, posee playas vírgenes bañadas por el Atlántico lleno de conchas y caracolas.
Se trata de uno de los parques nacionales más importantes y antiguos de España y es cuidado con mimo y atención. Encrucijada clave para las rutas migratorias de aves entre el continente africano y el europeo, supone además el último refugio para numerosas especies en peligro de extinción.
Doñana es el espacio natural más importante de Europa. Más de 300 especies de aves habitan este territorio, de las que casi 130 se reproducen habitualmente aquí. La mayoría de estas aves son acuáticas y por tanto su medio preferido son las extensas marismas que posee el Parque.
Además se encuentran hasta 37 especies de mamíferos, entre las que destaca el lince ibérico, la estrella indiscutible del parque, 21 especies de reptiles, 11 especies de anfibios y 20 especies de peces de agua dulce. No podemos olvidarnos tampoco de los miles de invertebrados (insectos, anélidos, arácnidos…) muchos de ellos aun sin catalogar.
Además del lince, cabe destacar las bellas especies de águila imperial (que se encuentra casi tan amenazada como el propio lince ya que apenas quedan 10 parejas) y tortuga mora (reptil en peligro de extinción, vegetariana y muy longeva puesto que llega a vivir casi 100 años).
Y si tienes suerte y eres sigiloso puedes llegar a encontrar jabalís y ciervos.
Sorprende la diferencia de sus dos principales ecosistemas: el bosque de pino y matorral mediterráneo y la inmensa marisma. El contraste entre los dos llega a ofrecer espectaculares paisajes donde dunas altas y lentas avanzan sobre bosques verdes, para luego, éstos renacer tras el paso de las arenas.
El parque está protegidísimo y la única manera de verlo es reservando y organizando una visita ya que se accede mediante jeep (para grupos pequeños y especiales) o mediante una especie de furgoneta-jeep para grupos más grandes. La diversión está asegurada. Cualquiera que sea el vehículo que te lleve, tendrás la experiencia de ser llevado por las arenas mojadas de las playas e irás parando a lo largo de las 4 horas que dura el recorrido.
Es una experiencia maravillosa para todos y los niños y adolescentes disfrutan como nunca mientras aprenden a valorar la naturaleza y a respetar su frágil equilibrio.
Simplemente inolvidable.
por Laura Miguel