Otra víctima humana en un falso santuario. La policía de Sudáfrica ha abierto una investigación por homicidio involuntario en Lion Park Otavi de Parys (Sudáfrica) por la mutilación y muerte de un niño de 12 años tras entrar, junto a un cuidador, en el recinto de los leones el pasado jueves.
El ataque tuvo lugar poco después de las 09:00 cuando, según los propietarios del zoo declararon a News24, un empleado robó el juego de llaves de la jaula y entró en el recinto junto con el niño, Nkalemelo Latha, que es sobrino de otro miembro del personal. El personal escuchó los gritos del pequeño e intentó salvarlo, pero no llegó a tiempo.
«No tenemos idea de por qué habría ido de allí. Cuando ocurrió el ataque, el trabajador huyó y dejó al niño atrás», aseguraron los propietarios del falso santuario.
El niño fue recuperado de la jaula y llevado al hospital donde murió antes de llegar. Se trataba de un chico huérfano, que vivía con su tío que trabaja en el parque.
No se descartan detenciones en los próximos días.
Ésta es una nueva muestra de los muchos centros de cautividad que existen únicamente con un fin comercial. Estos centros explotan a los animales en cautividad, crían y -bajo engañosos nombres como refugios u orfanatos- se aprovechan de la sensibilidad de las personas.
Un verdadero santuario o centro de recuperación no reproduciría a sus animales, ni comerciaría con ellos, no los entrenaría para llevar a cabo espectáculos, ni permitiría en contacto entre animales y visitantes y ellos.
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