Desde Canadá nos llega la noticia de otro delicado problema de convivencia entre turismo y fauna salvaje.
Actualmente, el país es el hogar de dos tercios de todos los osos polares del mundo, aunque los expertos han avisado que, en tan solo unas décadas, el cambio climático podría llevar a la extinción la población que habita la zona de Hudson Bay.
Por este mismo motivo, la provincia de Manitoba se preparar a crear, en la misma área, un nuevo parque para estos animales.
De cara a este proyecto, también se ha empezado a debatir sobre la posibilidad de revisar el número de los especiales todo-terrenos (conocidos como Tundra Buggy) que tendrán permiso para operar en el nuevo parque y dar a los turistas la posibilidad de ver de cerca de estos increíbles animales.
Muchas personas temen que un mayor número de permisos – desde los años ’90 hasta a hoy, siempre y solo se han otorgado 18 – atraería a operadores inexpertos y que no sabrían cómo moverse de manera segura cerca de los animales.
Algunos investigadores opinan que un aumento del tráfico de todo-terrenos no afectaría a los osos, o por lo menos, no sería al más grave de sus problemas.
Desde la Universidad de Alberta, Andrew Derocher, uno de los mayores expertos del país en osos polares, explica que los vehículos no afectan a estos animales tanto como está haciendo la desaparición de su hábitat natural. Indica además, que los osos saben cómo evitar los coches y que, para la supervivencia de esta especie, el turismo resulta un aliado fundamental.
Por otro lado, John Gunter, presidente de Frontiers North Adventures, afirma estar preocupado que una decisión basada sobre un estudio superficial, pueda alterar el delicado equilibrio que se ha creado entre tour-operadores expertos y los osos de la región.
Añade que la región de Manitoba es conocida en todo el mundo por estos animales y que su empresa ha trabajado años para llegar a realizar los avistamientos sin molestar o afectar a los osos en su hábitat natural. Pero que la buena reputación de la que goza ahora el turismo y la región podría desvanecer en pocos minutos y por culpa de un solo operador “novato”.
Siempre según Gunter además, la zona entera podría no ser capaz de gestionar a más turistas. Los hoteles de Churchill de hecho, siempre están completos durante la temporada alta, que, para los avistamientos de osos polares, es la de Octubre y Noviembre.
Ron Thiessen, el director ejecutivo de la Canadian Parks and Wilderness Society de Manitoba, también indica estar preocupado y explica que la salud y el bienestar de los osos debería ser la prioridad número uno, sobretodo considerando que, sin ellos, el turismo en esta zona simplemente no existiría.
A raíz de este importante debate un experto será llamado a estudiar cómo proceder y cómo gestionar la convivencia entre turismo y fauna salvaje de manera responsable.
Su informe y sus conclusiones se conocerán en diciembre.
Fuente: http://globalnews.ca/news/1244218/manitoba-eyes-lifting-limits-on-park-eco-tourism/