Esta semana, para ser exactos el día 19 de agosto, se celebró el World Orangutan Day, así que hemos decidido recordar a todos los viajeros que en algunos lugares del mundo, también estos animales gravemente amenazados son explotados en la industria turística y obligados a llevar a cabo, junto con otras especies de primates, actividades anti-naturales y denigrantes.
En particular, queremos contaros lo que se encontraron los especialistas de la organización sin ánimo de lucro Monkey World en 2001 cuando empezaron a investigar el tráfico ilegal de estos y de otros primates en Tailandia. Y en este caso no hablamos de los burdeles que mantienen a estos animales como esclavos sexuales, sino de parque turisticos»normales» y que cada día reciben la visita de centenares de viajeros, familias y niños…
Una vez en Chiang Mai, tras visitar varios mercados locales y darse cuenta de que comprar animales de especies protegidas era extremadamente fácil (un orangután se vendía por aprox. 4000 $), el equipo de Monkey World fue a visitar algunos de los principales parques de animales del país y que, además de exhibir tigres y elefantes, también organizaban espectáculos y ofrecían interactuar con varios primates.
En la Monkey Training School de Chiang Mai por ejemplo, encontraron a diferentes macacos y dos gibones en muy malas condiciones, atados y sin posibilidad de moverse.
En Safari World, más de una docena de orangutanes y varios chimpancés eran obligados a disfrazarse y a luchar en un combate de boxeo: todos los orangutanes eran ejemplares jóvenes y no se encontraron adultos de esta especie en el parque. ¿De dónde venían por lo tanto estos animales? Del estado salvaje, de dónde habían sido cazados. Y como si esto fuera poco, tras el espectáculo de boxeo, los orangutanes eran llevados a una zona donde los visitantes del parque podían hacerse fotos con ellos. Para estas fotos, los orangutanes eran obligados a “besar” a cada uno de los turistas, un tipo de contacto a través del cual estos animales corren un serio riesgo de contagiarse de tuberculosis (un centro de rescate de verdad siempre pedirá a sus voluntarios que se hagan una prueba de esta enfermedad para poderse acercar a estos animales, cosa que no hacen los parques turísticos) y luego pasarla a los demás visitantes.
En el Samutprakarn Crocodile Farm, el equipo de Monkey World encontró 10 orangutanes, 6 gibones de capelo y 10 chimpancés. Los orangutanes eran todos animales muy jóvenes y una vez más, no había ni rastro de ejemplares adultos. Dos de los orangutanes eran utilizados para fotografías con turistas y los demás 8 eran mantenidos en una zona de almacenaje en condiciones espantosas: se les habían arrancado los dientes para poderlos mantener en jaulas diminutas sin que se mordieran entre ellos y estas mismas jaulas se “limpiaban” tirando cubos de desinfectante cuando los animales, muertos de miedo, estaban dentro. Los bebés, después de la sesión de fotos con los turistas, eran encadenados dentro de jaulas aún más pequeñas.
En el Sriracha Tiger Zoo, los investigadores pudieron “asistir” a un “circus show” con orangutanes, chimpancé, un oso asiático y un par de tigres y luego escuchar los empleados del parque admitir que los orangutanes venían de Indonesia mientras que los chimpancé habían sido capturados en África, luego llevados a Filipinas y por fin introducidos de manera ilegal en Tailandia.
Desafortunadamente, las cosas no han mejorado mucho desde entonces y, como podréis ver fácilmente en internet, varios parques siguen exhibiendo en toda tranquilidad a estos animales … ¿Cuál es entonces la manera más efectiva de ayudarles y de celebrar el World Orangutan Day? ¡No comprando nunca el billete para sitios como estos!
Más información: http://www.monkeyworld.org/rescue-information/rescue-information-thailand.htm