Las civetas son pequeños mamíferos del sur asiático con un grave problema: son explotadas cruelmente para obtener beneficios de todo tipo. Estos animales se venden como carne “exótica” en China, su piel se usa con el nombre de piel de algalia para caros abrigos, su grasa se utiliza como remedio natural en Sri Lanka, en Francia se aprovechan sus secreciones glandulares para conseguir el olor a almizcle en perfumes y en la India para un aceite ceremonial.
Pero sobre todo, las civetas son “famosas” para sus heces, de las que se extraen los granos de café que han ingerido y que se utilizan para producir el café más caro del mundo, el kopi luwak o café de civeta, importante reclamo turístico en Indonesia, Filipinas y Vietnam.