Desde nuestra Fundación hemos hablado en diferentes ocasiones de la importancia de no interactuar con la fauna salvaje durante las vacaciones, ni en su hábitat natural ni en centros de cautiverio. (Algunos ejemplos aquí, aquí, aquí y aquí) Y sobre todo del por qué nunca deberíamos tomarnos un “selfie” con un animal. En las últimas semanas, desafortunadamente, varios acontecimientos ocurridos en diferentes lugares del mundo nos han recordado las graves implicaciones que puede tener para los animales saltarse estas reglas tan sencillas.
En una playa de Santa Teresita (Argentina), un bebé delfín murió después de ser arrastrado fuera del agua y pasado de mano en mano por una multitud de turistas ansiosos de tomarse un selfie con él. Y que desecharon su cuerpo en la arena sin más una vez acabada la “sesión de foto”. La escena fue documentada en las redes sociales, provocando indignación a nivel internacional y peticiones de cargos criminales contra los responsables.