
Marina, Lídia y Mireia son 3 amigas viajeras que este verano decidieron volar a Tailandia…pero no sin haberse informado antes sobre las implicaciones del turismo para los animales y, en especial, para los elefantes. A continuación, no os perdáis el relato de su experiencia en un centro de rescate…¡real!
. «No estaba en nuestros planes viajar a Tailandia pero, después de todo, ¡allí estábamos! Apresuradamente, antes de partir, nos pusimos a buscar información sobre nuestro destino y vimos que el elefante, además de ser el animal nacional del país, era uno de los principales atractivos de la zona. Todas compartíamos las ganas de hacer una actividad con ellos pero… ¿No se supone que estamos en contra del maltrato y la explotación animal? ¿Era este el tipo de turismo que queríamos fomentar? Obviamente no.
Así pues, nos pusimos a investigar si aún quedaba gente que antepusiera el bienestar de los animales al postureo de los turistas y fue entonces cuando encontramos un estudio -realizado por la ONG FAADA- de los santuarios recomendables que existían en Tailandia. Después de documentarnos decidimos que BEES – Burm & Emily’s Elephant Sactuary– era el que más nos llenaba y aunque exigían una estancia de larga duración para poder entender así la globalidad del proyecto, decidimos contactar con ellos. En nuestro caso no disponíamos de demasiado tiempo pero las ganas nos podían y finalmente nos aceptaron como voluntarias por 2 días.
BEES es un lugar de retiro para elefantes ancianos que necesitan descanso y cuidado permanente y donde tienen la oportunidad de vivir libremente en plena naturaleza.
Lo que conlleva que nuestra experiencia en BEES fue mucho más que cuatro selfies. ¡Os lo contamos! Sigue leyendo →